jueves, 15 de noviembre de 2012

Versos niña, versos

I
Palpitas en mí
Y recorres mis espacios

Ríes y explotan mis nervios lácteos
Pétalos suaves que me tocan
Con las manos de las nubes

Ríes y corres traviesa
Todas las luces se derriten en la danza
Chispean sobre mi cabeza…
Aves de mi destierro que no sabrás todavía

Tu abrazo tiene el antídoto

Para mi risa y mi alegría
Tienes en tu boca los excesos
Tienes en tus manos las faltas
Tu juventud y tu savia
Tu iluminada vida, el ansia de Natalia
Tu desenfreno

II
Vivirás en un jardín desordenado
Pero me tienes como agua ocasional
¡Saltas en tu silvestría palpitante!
Mírame en tus sueños
Tócame en nuestros momentos

Ternura y paz que tenemos: fuera de la podredumbre!

Ven una noche como antaño
A dormir a mis brazos

Estaré alerta y entredormido
Un ave estará esperándote
Escondida entre besos chiquitos
Como boquitas de flor con carita

Ven una noche como antaño
A despertarme de este dolor
De no dormir contigo

Quiero respirar alegre tus sueños inocentes
Y recibir risueño los despertares
Que nos robó el tedio y la ruptura
Sangrienta y terrible de una mentira…

Vivirás un tiempo en un jardín desordenado
Pero me tienes para siempre, me tienes para siempre!

III
Anoche mastiqué un miedo ancestral
Y te recordé de pronto
Y me acerqué a tus ojos desde el recuerdo

Tú ibas de la mano de una flor
Y en los aromas respirabas
Las lagunas sin humedad

Al despertar supe que te espero
Al despertar supe que no vienes y lloré

Cada noche entonces
Sobrevivo a las víboras
A las arañas y a sus nidos
A las calles hermosas de oscuridad
Tenebrosas de concreto y agua sucia

Cerca de la incertidumbre
Construyo mis besos y las miradas
Que se colarán en la distancia
Que atravesarán la envidia

Eres lo que tengo
Y lo que no tengo

Todas mis flores
Todos mis pistilos
Maduran para ti:

¡No permitas que se pudran!

IV
Los años en mis ojos muertos
Se han ido
Y tú siendo ya aquella hija
Del destierro o una mujer que
Se levanta cada vez más

Abres tus ojos
Para ver el mundo
Sin pensar en un camino
Que viene de mí en tus ojos
Todas esas horas del silencio
De tus labios viene a reposar
Y eso sí que lo sabes

Tus lágrimas de juegos infantiles
Ruedan en los juguetes
Que para ti no puedo elegir

Los cristales que en tus ventanas
Reflejan la luz, no serán para llorar juntos
Las puertas que con tus manos abres para ver la calle
No siempre las verán mis ojos

Pero a donde lleves tus alegrías
Estará ese pajarraco invernal que grazna
Imaginando tus retozos
Verás mis anhelos volar

Niña de las noches tan risueñas
Como para no querer dormir nunca
Todas las rutas sanguíneas siempre vibran
En milenarias y ásperas distancias tristes

No hay jardines en la lejanía
Pero yo estoy bailando con tus flores!

V
Tus otras compañías me arrastran
A desventurados lares de oscuridad

Pero aquella mañana iluminada tu voz
Se fusionó a mis raros nervios crepitantes

Aquella dulce mañana que dijiste te quiero
Con las suaves vibraciones de tu voz
La melodía infinita y perdida
De estos años duros
Vinieron a instalarse largamente
Como un sueño donde labro la escultura
Hermosa de tu sonrisa

Pero eso tus otras compañías no lo saben
Y será nuestro secreto
Como aquella lágrima que botamos
En la oscuridad y secamos en silencio